Resulta obvio para todos que el mundo se precipita actualmente hacia una decisión definitiva. La humanidad se ha creado un campo de respiración infernal, un infierno.
El remedio universal es también una fuerza astral, que proviene de un campo astral completamente diferente. Esta fuerza de luz pura conduce al candidato al autodescubrimiento. Simultáneamente, es una fuerza curativa. Por un lado, el “no-hacer” del yo; por otro lado, es obrar de forma muy activa en la fuerza de la luz. Así se brinda al candidato la oportunidad de llevar a buen fin el proceso de la salvación del alma.